La relación de confianza abogado-cliente se construye sobre la base sólida de la confianza, lo que facilita una comunicación fluida y efectiva entre ambas partes. Esta conexión está salvaguardada por el concepto del secreto profesional. Los clientes confían asuntos delicados a sus abogados, que pueden afectar tanto a sus activos financieros (como reclamaciones judiciales monetarias) como a su esfera personal. Por lo tanto, es esencial que el cliente tenga plena confianza en su abogado. Este es quien debe conocer minuciosamente todos los detalles del asunto para brindar un asesoramiento adecuado y diligente.

El Estatuto General de Abogacía Española (EGAE) y el Código Deontológico (CD) enfatizan la importancia de esta confianza, reflejando en su articulado que «la relación entre el cliente y su abogado se basa en la confianza y exige una conducta profesional íntegra, honesta, leal y diligente».

La confianza es tan crucial que el cliente tiene la facultad de rescindir unilateralmente el contrato en caso de pérdida o disminución de la confianza en el abogado, sin necesidad de justificación adicional.

En el actual panorama, además de la calidad y competitividad del servicio, entran en juego factores: La excelencia operativa, la productividad, la eficiencia, la accesibilidad, la inmediatez, la interoperabilidad de la información y la colaboración. Si un cliente confía en nosotros con reclamaciones recurrentes y una cartera específica para gestionar. La tarea se vuelve aún más desafiante, pues demandará una gestión inteligente de datos, supervisión constante, medición del rendimiento a través de indicadores y optimización de costes.

Mantener estos estándares con enfoques tradicionales resulta cada vez más complejo. Sin embargo, la tecnología ofrece nuevas perspectivas y soluciones. Contamos con herramientas digitales que permiten prácticas y métodos de trabajo innovadores, acorde a las necesidades actuales. Estamos dispuestos a abrazar estas oportunidades en Legalsha.

Somos un despacho legaltech que se adapta a las últimas tecnologías y a las demandas cambiantes de los clientes. Abordamos los casos con la misma seriedad y diligencia que en un entorno físico. Así mismo, nos ajustamos a los desafíos de la era tecnológica. Sin descuidar la atención personalizada, creemos en la posibilidad de brindar servicios jurídicos de alta calidad en línea, fortaleciendo la confianza entre abogado y cliente.